sábado, 5 de julio de 2014

Descontrol

Hay cosas que pasan sin que sepamos ni cómo ni por qué. Es más, a veces no estamos seguros ni de cuándo han empezado a suceder. Estas cosas son sorpresas y suelen convertirse en los mejores momentos de nuestras vidas… y en los peores. Te hallas totalmente desprevenido, desnudo por completo, en tu cabeza no existe ni siquiera una remota posibilidad de que eso ocurra, no figura en tu mente, ni en tu imaginación, ni en tus sueños dulces, ni en tus peores pesadillas… not found. Pero aun asi, pasa. Es lo que tienen las sorpresas. Podemos buscar explicaciones. Pero eso no significa que las vayamos a encontrar. Este tipo de cosas pueden cambiar tu vida por completo.
Entre este tipo de cosas se encuentran las enfermedades que llegan de golpe, que irrumpen, que duelen, que tienen difícil solución. Que van matando por dentro hasta que un buen día deciden dar un pequeño aviso. Y después otro tras otro. Las células se reproducen mientras el miedo invade tu cuerpo. Y el de la gente que te rodea. Lo más fácil es negarlo, quedarse parado, oponerse a avanzar, aferrarse a lo que pasa a ser pasado nostálgicamente. Pero por desgracia, el camino fácil no suele ser el mejor. Sí, sé lo que estás pensando. No es justo. No deberíamos sentirnos superados así de repente sin tener tiempo a prepararnos. No es justo que algo tan pequeño cause un daño tan grande. Pero es que siempre va a haber algo que nos supere. Los males de hoy se acabarán, pero llegarán otros. La vida es un reto, nos pone a prueba constantemente. Y siempre habrá cosas malas que pasan sin que sepamos ni cómo ni por qué.
Pero también buenas…
Porque entre este tipo de cosas se encuentra también la “magia” que surge entre aquellos que se dan cuenta de que se quieren, de que ha aparecido un sentimiento nuevo, diferente, nunca antes detectado. Se encuentran los momentos de repentina felicidad extrema con distintas causas. Se encuentran los reencuentros inesperados. Se encuentran las alegrías o buenas noticias cuando ya habías pintado una cara triste con permanente. Se encuentran las personas que se quedan cuando pensabas que se estaban yendo. Se encuentran muchas, muchas, muchas sonrisas.
Este tipo de cosas pueden cambiar tu vida por completo. Pero es que la vida cambia y hay que viajar por ella, por sus mares agitados y por sus mares en calma. Incluso cuando los mares se convierten en océanos. Entre este tipo de cosas se encuentran las grandes pérdidas, pero también las grandes ganancias.

Estas cosas hacen reflexionar contra la inmensidad de la vida y lo lejos que estamos de poder controlarla, aunque a veces nos guste creer que es así.

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